Lo artificial, bien visto en ocasiones

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

No siempre debemos recharzar las flores artificiales. Hoy en día los fabricantes hacen auténticas maravillas. Algunas variedades, como por ejemplo la lavanda, los brezos y en general todas las de flores pequeñas resultan muy aparentes.

 

En cuanto a las de flor grande hay que tener mucho más cuidado, ya que su calidad tiene que ser extrema. 

 

 

 

 

 

Mezclarlas con hojas, musgos, hiedras o maderas hacen que el resultado final sea muy natural. También debemos tener cuidado al elegir las bases, ya que muchas veces, una mala elección, puede estropear el trabajo. Especial cuidado con los vidrios, la transparencia y que se vean los tallos es lo más peligroso. Si observais las fotografías, cubrir con arena, musgo o cualquier otro producto natural, nos dará ese buen resultado final. 

 

 

 

 

 

 

En estas fotografías nos resulta difícil distinguir entre lo natural y lo que no lo es.